La bronquiolitis es el primer episodio respiratorio de vías bajas y afecta más a bebés de entre 2 y 6 meses. Suele empezar por mocos y tos como un catarro.
Cuando el niño se encuentra en la fase aguda con muchos mocos, la fisioterapia respiratoria puede ayudar:
● Drenando las secreciones.
● Mejorando la ventilación pulmonar.
● Disminuyendo la tos.
● Mejora la alimentación y el sueño.
● Mejora la calidad de vida del niño y evitar más complicaciones o prevenir estos procesos infecciosos.
Todo ello mediante técnicas guiadas por auscultación, guiándonos para saber dónde están esos mocos para ayudar a expulsarlos.
En la clínica empleamos técnicas suaves, respetuosas con el niño y lo menos invasivas posible.